INTRODUCCIÓN SOBRE ASTURIAS

Asturias en una región que merece la pena visitarse tanto por sus paisajes y playas como por sus monumentos, siendo este último el punto en que me voy a centrar.
Empezaré hablando de sus castros, poblados fortificados de los astures antes y durante el periodo romano. Este pueblo calificado de feroz por los romanos debido a su carácter guerrero, no lo fue tanto si consideramos que muchas veces convivieron de forma pacífica con los nuevos pobladores con quienes comerciaban e intercambiaban costumbres enriqueciéndose así ambas culturas. Los astures, a pesar de su atraso con respecto a los evolucionados romanos, tenían una forma de vida relativamente desarrollada, vivían en poblados bien acondicionados, poseían baños en muchos de ellos y tenían además unos valores que hacían su vida más civilizada.

Posteriormente Roma se asentó en estos territorios conviviendo con los pobladores autóctonos de forma pacífica en muchas ocasiones, creando nuevas ciudades o en los mismos castros para comerciar y explotar los recursos, a la vez que dotaban a los habitantes de una serie de avances de todo tipo que hacían más fácil la vida de ambos pueblos: la cultura, vías de comunicación, baños, intercambio de productos de los que carecían los unos o los otros, la medicina romana, el derecho romano que aún nos sigue beneficiando...

Tras la caída de Roma y la llegada de los bárbaros se produce un retroceso cultural, social y económico.

Tras la invasión musulmana sólo queda un pequeño territorio con la cultura occidental, pero pronto empieza la lucha por recuperar el dominio de los territorios perdidos, a la vez que renace el arte, al principio con lentitud, naciendo la arquitectura prerrománica asturiana, un estilo de gran belleza y muy integrado con la naturaleza.

Posteriormente, cuando la reconquista avanza llegará el estilo Románico con hermosos ejemplares de edificios en los que destacan sus hermosas esculturas y relieves. Seguidamente llegará el Gótico, un estilo más desligado del arte clásico aunque parta originariamente de él, que dará magníficas creaciones en diversos lugares de Asturias.

Con el renacimiento del arte clásico, ya en la Edad Moderna, se levantarán construcciones renacentistas y barrocas que merecen ser visitadas, algunas (Capilla del Rey Casto de la catedral de Oviedo...) inspiradas en las innovaciones de la catedral de Granada que servirá de inspiración para edificios de el orbe.

Ya más recientemente el Modernismo dota a pueblos y ciudades de bellos edificios que se extienden al campo con las casas de los indianos y otras mansiones señoriales enmedio de unos paisajes que nos dejarán huella por su hermosura.


jueves, 25 de julio de 2013

TERMAS ROMANAS DE GIJÓN

Las termas romanas eran mucho más que unos simples baños, en ellas se podía pasar un día completo sin aburrirse pues disponían de salas de baños como es lógico además de gimnasio, jardines, salas de reposo y relaciones sociales, lugares para comer, salas para recibir masajes, centros de difusión de la cultura... Posteriormente los musulmanes se inspiraron en ellos para construir los suyos, más pequeños y relacionados con la religión pues en el baño se purificaba la persona antes de entrar en la mezquita a orar. Pero también otras culturas tomaron de los romanos el gusto por los baños como los rusos, turcos o finlandeses. Los romanos no concebían una ciudad sin baños, en Roma llegó a haber más de cien, y las ciudades de Hispania también los tenían independientemente de su tamaño, por ejemplo los de Gijón, en Andalucía Oriental tenemos los de Almuñecar, Lecrín, Alhama de Granada, La Malá, Zújar, Fuengirola... 

Las termas solían abrir a mediodía cuando ya se habían calentado el agua y las estancias y se cerraban al anochecer. La gente solía ir tras el trabajo y antes de la cena pagando un módico precio, pudiendo acudir hasta los esclavos, que normalmente no eran tratados tan mal como algunas personas creen, en muchas ocasiones eran liberados por sus amos y en otras simplemente eran bien alimentados, cuidados y vestidos simplemente por la cuestión económica, un esclavo era caro y los amos debían cuidarlos para no tener que comprar otro; por supuesto que la esclavitud es algo indigno que nunca debió existir pues la persona siempre debe ser libre, pero debemos conocer la historia tal y como fue, sin exageraciones.

Los baños de Gijón, de finales del siglo I o inicios del II, no son de gran tamaño, pero merece la pena visitarlos por su conservación y estupendo carácter didáctico. Y recordemos, no se debe tocar nada de lo que en ellos hay, son patrimonio de todos y debemos respetarlos.


Están situados junto a la antigua muralla romana, muy próximos al mar.


Foto tomada de uno de los carteles explicativos.



Dibujo idealizado de unos pequeños baños. Foto de un panel explicativo.

Plano de los baños de Gijón, otro panel explicativo.
Apoditerium o vestuario con hipocausto para calentar la estancia.
La ropa se dejaba en unos simples nichos que rodeaban la sala.

Sala fría, frigidarium, con su piscina al fondo.

El hipocausto, galerías existentes bajo el suelo para calentar la totalidad de las salas,


Hipocausto de la sala de vapor (sudatio). El suelo de la sala, situada encima, estaba sostenido por pilae (columnillas)

  Hipocausto de la sala de vapor visto desde otra zona, estas imágenes se pueden contemplar hoy día gracias a los trabajos de los arqueólogos y conservadores, pues en época romana el hipocausto estaba rodeado por un muro que evitaba las fugas de calor y la vista, sólo quedaba un hueco llamado praefurnium por donde meter la leña para calentar las galerías..

Muchas eran las salas con calefacción gracias a diversos hipocaustos como este de la sala templada o tepidarium. En lugares fríos solían tenerla hasta los vestuarios o apoditerium.

Restos de decoraciones de estuco. Si las termas eran muy importantes, en lugar de estucos, se empleaban mármoles.

Detalle de los estucos recuperados.

No sólo se calentaba el suelo sino las paredes también gracias a una especie de ladrillos huecos que recubrían las paredes llamados tubuli laterici que conducían el aire caliente a la vez que se aislaban los muros exteriores. En esta foto aparece otra sala caliente levantada con posterioridad a la primera fase, la mejor conservada, con un hipocausto formado por arquillos en lugar de pilares.

Tras la decadencia de Roma parte de las ruinas de los baños se usaron como lugar de enterramiento, véase la tumba situada al fondo.

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